Por fin ha llegado el momento de ilustraros un poco más sobre las visitas que hice hace ya unas cuantas semanas.
Voy a empezar por la más lejana, fue a principios del mes de Noviembre cuando decidimos pasar un domingo "dominguero por completo" en un pueblo de la costa noroeste de Taiwan. Ubicado junto a la montaña y rodeado por el mar.
Este pueblo fue a la vez uno de los centros de extracción de oro en la epoca japonesa en la isla. En la década de 1930, Jiufen fue tan prospera que fue conocida como la pequeña "Shanghai". Cuando las minas de oro se agotaron poco despues de la Segunda Guerra Mundial, el interes en la ciudad se desplomó. La ciudad se ha reinventado asi misma como un destino turistico tras la publicación de la pelicula "La ciudad de la tristeza" en 1989, cuando la ciudad recobró vida.
El casco antiguo, rico en decoración , casas de estilo japones y tradicionales callejuelas hacen que te sientas verdaderamente en el corazon de Taiwan.
Despues de comer, estuvimos dando un paseo por las calles hasta que llegamos a coger el autobus para ir a otro pueblo que hay cerca, alli pudimos coger un tren hasta llegar Jingtong una pequeña aldea donde estuvimos viendo la estacion del tren...y desde ahi fuimos hasta otro pueblo llamado Shifen.
Aqui pudimos lanzar una linterna al cielo, es muy tipico en este pequeño pueblo, donde se pueden encontrar un monton de establecimientos donde te facilitan la linterna y el material para decorarla y escribir en ella.
Es costumbre por estas tierras, el lanzar linternas de ligero peso al cielo, con las cuales se expresan los buenos deseos de las personas que las lanzan, ya sea para si mismas, como para las familias, el trabajo, la buena fortuna, etc...
Las linternas estan hechas de papel de seda, nosotros estuvimos escribiendo nuestros deseos en la linterna, los habia más habilidosos y utilizaban los pinceles y la decoraban al mismo tiempo.
Al estar terminada, la linterna se coloca en el suelo y se enciende en el interior hasta que está lista para ser lanzada al cielo. Durante al menos 10 minutos creo que pudimos ver la linterna....hasta que llego el momento en que la perdimos de vista.

Un domingo muy completo, que termino comiendo como la mayoria de los taiwaneses en el Night Market.












